jueves, 13 de marzo de 2008

Otro tema

Quería guardar silencio sobre este tema ya que no está completamente relacionado con la sala de Literatos, pero mi nostalgia puede más.

Hace diez años, en Marzo 13 de 1998, dejé atrás mi patria con el optimismo de un pronto regreso (venía a un proyecto de sólo un año de duración), vine a explorar tierras extrañas, conocer una nueva cultura y a la realización de un sueño. Ese año inicial se convierte en dos, luego otro país, otro proyecto, y ese juego interminable que es la vida conspira y me convierte en un expatriado más, de esos que tanto criticaba durante mis años de idealista social.

Ha sido un duro viaje, son diez años lejos de mi tierra y hoy el regreso anhelado se ha transformado en desilusión. En una certeza que nunca he de volver, en ese sabor agridulce que queda en la boca después de visitar familia y amigos, y sentirme forastero en esos mismos valles y montañas que vieron mi niñez.

Comparto con ustedes este pequeño momento de introspección, donde me detengo en un aeropuerto de provincia de un país del tercer mundo con lágrimas en los ojos diciendo adiós a mis padres, abrazandolos. Con temor en mi alma, y a la misma vez con alegría, un sueño se cumplía, pero el precio pagado solo vendría a saberlo muchos años después.

Respiro profundo, hoy es otro día.

miércoles, 12 de marzo de 2008

Rock and Silvio (y salsa)

De alguna cosa se tenía que hablar en la sala de literatos, y como de literatura más bien poco, un tema frecuente era la música.

En esto creo que muchos han de estar de acuerdo. Literatos probablemente concentraba a una buena cantidad de expertos en diversos estilos musicales. Verdaderos conocedores del tema como 4AD compatriota colombiano, don Mario de México o, como la rockera número uno, mi estimada Mijacko (quien dicho sea de paso ya dejó unas líneas de saludo aunque con otro nombre). Compartir sobre música con ellos era toda una delicia.

Era interesante ver que las similitudes en gustos eran más frecuentes de lo que uno podía pensar. Por ejemplo Silvio, Serrat, Sabina et al, eran el común denominador de la mayoría de quienes frecuentaban literatos. De hecho, tengo una hipótesis sobre ese fenómeno aunque no sé que tan certera sea. Yo culpo del gusto por Silvio, Serrat y demás al haber asistido a una Universidad Pública, que dicho sea de paso tambien es la causa de gustos como el ping pong y la salsa de Rubén Blades (al menos eso es lo que mi hipótesis predice).

Pero en la sala también se discutían otros géneros y autores, muchos de ellos desconocidos para mi. Por ejemplo, uno de mis descubrimientos musicales favoritos es Astor Piazzolla. Diez años después y aún bendigo el día que escuché su nombre por primera vez en literatos.

No tengo duda que así como yo, muchos de ustedes también fueron educados en otros autores, estilos y géneros. Una muestra de que ese tiempo que pasamos en Literatos dejó una huella más grande que solo el recuerdo de amigos y palabras.