miércoles, 12 de marzo de 2008

Rock and Silvio (y salsa)

De alguna cosa se tenía que hablar en la sala de literatos, y como de literatura más bien poco, un tema frecuente era la música.

En esto creo que muchos han de estar de acuerdo. Literatos probablemente concentraba a una buena cantidad de expertos en diversos estilos musicales. Verdaderos conocedores del tema como 4AD compatriota colombiano, don Mario de México o, como la rockera número uno, mi estimada Mijacko (quien dicho sea de paso ya dejó unas líneas de saludo aunque con otro nombre). Compartir sobre música con ellos era toda una delicia.

Era interesante ver que las similitudes en gustos eran más frecuentes de lo que uno podía pensar. Por ejemplo Silvio, Serrat, Sabina et al, eran el común denominador de la mayoría de quienes frecuentaban literatos. De hecho, tengo una hipótesis sobre ese fenómeno aunque no sé que tan certera sea. Yo culpo del gusto por Silvio, Serrat y demás al haber asistido a una Universidad Pública, que dicho sea de paso tambien es la causa de gustos como el ping pong y la salsa de Rubén Blades (al menos eso es lo que mi hipótesis predice).

Pero en la sala también se discutían otros géneros y autores, muchos de ellos desconocidos para mi. Por ejemplo, uno de mis descubrimientos musicales favoritos es Astor Piazzolla. Diez años después y aún bendigo el día que escuché su nombre por primera vez en literatos.

No tengo duda que así como yo, muchos de ustedes también fueron educados en otros autores, estilos y géneros. Una muestra de que ese tiempo que pasamos en Literatos dejó una huella más grande que solo el recuerdo de amigos y palabras.

25 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo también asistí a una universidad pública mi querido Leov, y así justifico mi preferencia por esa tercia de "eses" aunque para mí eran Silvio, Serrat y Sabina (Joaquín). Me temo que el Sabines que Ud. menciona es Dn. Jaime, el poeta mexicano, muy de mi gusto también pero me parece que más literario que musical. Igualmente deleitoso. Buen tema mi amigo, gracias por el refrescante giro
Afectuoso saludo
Anónima Inocua

leov dijo...

Gracias Inocua por detectar el error. Acabo de corregirlo en el post.

Anónimo dijo...

Muy cierto, Leov. En la sala también se afinó el oido visual o el ojo musical, gracias a que no sólo había gente con poder de la palabra, sino con buen gusto por la música o por sus extraños gustos por la música.

No faltó quién me recomendara escuchar a Lorenna Mckenith (uy, no recuerdo si así se escribe) o la música barroca, como también, justamente a Rubén Blades, que como salsera de corazón en ese entonces, no pudo faltar en mi colección.

También hubo quien me recomendara música oriental, francesa, latinoamericana, africana, etc. que gracias a los Putumayos logré formar otra buena colección.

Gracias, Leov.

Saludos
Akbal

Anónimo dijo...

¿"La música calma a las fieras"?

No sé como serán las Univ. Publ de donde viven ustedes y si los que concurren son muy de elite cultural.

Creo que los que concurren a las Univ Públicas argentinas no difieren en gustos musicales demasiado respecto a las personas de las Univ privadas. A lo sumo a diferencia de los segundos, no pueden solventar el pago de entradas a espectáculos.

No soy fanática de nadie, disfruté y disfruto de varios estilos de música, autores e intérpretes.
Supongo que la mayoría desconocidos para "los lectores" actuales.
Algunos me gustan por su calidad, por las letras, etc y otros simplemente por la nostalgia.

(Me asombro de la alegría que me da reencontrarme con series, films, intérpretes que me transportan a décadas atras, aunque no sean sobresalientes. Todo porque junto a ellos regresa el olvido de tantas situaciones. ejem: Tremeloes, Quique Villanueva, Johnny Rivers,etc)

Maravilla que es la web: cuando me dá el "viejazo", navego en esos sitios que hablan de las "décadas del..."
****
Para esas cosas del pasado, Tiff, Gallego, Macbeth y el Buko, me eran indispensables. Porque yo aportaba recuerdos incompletos y ellos los cerraban con los datos faltantes.
Por ejemplo nunca recordaba el nombre de "el gorrión de Paris" y enseguida Tiff, (quien supuestamente estaba metida en otra conversación) escribía "Edith Piaf,Madre".
Si quería referirme a "la mujer de las canciones de protesta de voz potente que fue novia de Dylan" el Buko escribía "...@&#€%..Joan Baez"

Y el Gallego para todo recuerdo acerca de temas nacionales. A pesar de que es una década más joven que yo, su memoria, historia personal e inquietudes lo hacían una rica fuente de información en apoyo de mi eterno despiste.

Recuerdo que una noche en la que se charlaba de rock (The Beatles, Santana, Elvis) yo cité al intérprete Mungo Jerry como a un solista y el Buko me corrigió diciéndome que era una banda. Nadie más conocía a Mungo...
****
En una mezcla de autores y/o intérpretes puedo citar a Serrat, Leon Gieco, Violeta Parra (especialmente cantada por Mercedes Sosa), Rocío Durcal, Pantoja, Silvio, Chabuca, Negrete, Placido rescatando temas populares, Milanés, Beatles, Creedence, The Beach Boys, Mama´s and-Mama Cass,Rubettes, Percy Sledge, The Turtles, Celia Cruz, Gloria Estefan, Diana Ross, Gloria gaynor, Bábara y Dick, Adriana Varela, Zamba Quipildor, Teresa Parodi, Paul Anka, Nicola Di bari, Charly, ALmendra, Chico Novarro, Los abuelos de la nada etc etc etc.

Un saludo a todos

Anónimo dijo...

Hoy en día es frecuente que la música acompañe mis actividades permanentes en la PC o la portátil, con un simple click de mi Nexus Radio, que tiene un sinfín de estaciones clasificadas por época y por géneros. Antes esto era impensable, porque la limitante era la conexión de 56K.

En ese tiempo, el tiempo de literatos, recuerdo que las unidades de CD eran lo más normal para escuchar música, si no es que se contaba con un radio ajeno a la estación de trabajo, y ni que decir de los quemadores, que era casi un lujo tenerlos.

En esa época arrastraba toda una audioteca compuesta por más de 600 discos de acetato (los llamados Long Play o LP) y más de mil cassettes. No es presunción, simplemente eso ilustra mi grado de gusto por la música. Hoy conservo los LP en la Ciudad de México en casa de mi mamá, los "tapes" los tengo en Cancún, y he sumado a esa especie de audioteca más de 400 discos compactos, originales y "quemados".

Así que mis noches de Star fueron siempre también un pretexto para redescubrir lo bueno, lo malo y los pecados que tenía en mi audioteca personal, lo cual me sirvió para saber cómo fue evolucionando mi gusto por ciertos géneros, antes de que el Internet se apoderara de mis gustos y los hiciera más globales.

El rock sin duda lidera mis preferencias. La trova cubana, es decir, Silvio y Pablo, siempre los vi muy lejanos, a pesar de que yo también, como Leov, soy hijo del presupuesto público que me permitió tener una educación universitaria digna, con la que me gano hoy en día la vida.

Como decía, en rock mi influencia fue desde los Beatles, a quienes considero como los padres del rock moderno. El gusto por la música en inglés, que me obligó a aprender el idioma de Shakespeare, fue insuperable, aunque debo decir que desde niño mi padre me educó con Carlos Gardel, Chico Ché, el Chino Flores, así como las grandes orquestas de Swing, Blues y Danzón.

Pero como les pasó a muchos de mi generación, la influencia de Estados Unidos nos marcó para siempre. Aunque no me tocó el auge de la música disco, viví de adolescente los últimos estertores de Donna Sumers, Gloria Gaynor, Tavares y otros tantos.

La década de los 80 del siglo pasado, fue el parteguas para mí: conocí por vez primera el sonido de un grupo irlandés que me hizo ser uno de sus fans: U2. Por cierto, el pasado martes 11 de marzo el disco War, de la banda liderada por Bono, cumplió 25 años.

En esa década, llegó sigiloso un grupo que después sería emblemático en la historia del rock en español: Soda Stéreo. Por ellos me empecé a interesar por el rock del cono sur, y entonces conocí a Virus, los Redonditos de Ricota, y ya muchos después, a los Aterciopelados y La Ley.

La década de los 90 me sorprendió con el llamado Sonido Seattle, de Nirvana, y a finales de ese década, fue cuando me encontré con Starmedia y la infinita posibilidad de conocer más música,
como el jazz de Diana Krall.

Debo reconocer que al igual que Akbalita, la Salsa también ha estado muy presente en mi vida, y que tengo una colección del género, de la que sobresale, para mi gusto, el mejor disco de Salsa de todos los tiempos: Siembra, que reunió a dos extraordinarios músicos: Rubén Blades y Willie Colón. Ese disco sólo podría ser superado por las ediciones de Fania All Star, cuyo sello discográfico reunió a artistas como Tito Puente, Celia Cruz, Héctor Lavoe y Pete "El Conde" Rodríguez, entre muchos otros. Puedo decir, y aquí quizás algunos me puedan ayudar, que tanto Siembra como Fania All Star serían superados por los viejos soneros de cuba, entre ellos el ya fallecido Compay Segundo, reunidos en el Buena Vista Social Club.

Esa música es la que me ha seguido después de las noches de Star, y llenan mis noches en este apartado rincón de México llamado Cancún, en donde aún es posible escuchar el sonido de los insectos, del aire y del mar. Por supuesto que mi PC ahora cuenta con potentes bocinas, mismas que han reproducido CD y estaciones de radio del Real Player, Windows Media y Musicmatch, y hasta mi vieja música que no he digitalizado por falta de tiempo, y porque sólo en Estados Unidos encuentro una tornamesa que me permitirá salvar la música de los acetatos en CD.

XFile

leov dijo...

Hola gra. lo de mi hipótesis de Universidad pública tiene más que ver con las tendencias de izquierda prevalentes durante los años que tuve el privilegio de ser educado en ese sistema. Por esos lados llega la trova cubana como expresión de la revolución. Rubén Blades llega también por ese lado por la temática social de sus composiciones.

Me alegra ver que el gusto por la salsa es más prevalente de lo que yo pensaba. En las épocas del chat parecía que solo los colombianos, venezolanos y peruanos gustabamos de ella, mientras que nuestros colegas del cono sur y de México eran más bien neutrales. Es bueno saberme equivocado en ese prejuicio.

Uno de los dos únicos miembros de la sala que pude conocer en persona me acompañó a un concierto de Rubén Blades en el legendario Copacabana en New York. Aún hoy me pregunto como pude convencer a una rockera irredimible como mijacko de acompañarme a disfrutar un concierto tan ajeno al rock. La verdad la pasamos muy bién, la energía de la buena música es universal, no importa su género.

Anónimo dijo...

Don Leov:
Mire que le tengo envidia.Conozco y entreviste' a muchos de los aqui mencionados: Blades, Sabina, Ceratti, Omara Portuondo (Buena Vista Social Club), Carlos Santana, Rocio Durcal y Celia Cruz (qepd), Gloria Estefan... pero no conozco personalmente a mijacko...
Mire que si lo envidio...

Anónimo dijo...

Creo, desde mi realidad, que el estar en una Universidad pública podía abonar al gusto por la música de Serrat, Silvio, etc. Pero no necesariamente, yo estudié en una Universidad privada pero el gusto por Serrat antecedió a eso y de Silvio, Pablo, Aute,Víctor Heredia, Guardabarranco, Zitarroza, Mercedes Sosa, etc... me vino más por otros medios y unido a ello, el conflicto armado que vivimos en mi país durante la década de los años 80 y parte de los 90. Donde toda esta música se escuchaba a escondidas y donde reunirse más de tres era sospechoso.

Y como lo prohibido siempre nos atrae, pues, así empecé a escuchar ese tipo de música y entre amigos, hacer tertulias para leer sus poesías y poesías de otros (Benedetti, Machado, Gelman, Roque Dalton, etc.) y también, bastaba una guitarra y siempre existía más de alguno que se atrevía a cantar...

Creo que música y literatura van de la mano con los ideales que te vas planteando y más aún, si estás viviendo en etapas conflictivas en lo político y social.

Con respecto a Silvio, por lo que significó su música en una etapa de mi vida y de muchos que pensaban como yo... siempre quise estar en un concierto de él, pero mi país, por ser como es, siempre había rechazado el ingreso (aunque no así a Pablo Milanés) hasta que por fin, este 29de febrero dió su concierto y llenó mis expectativas...

Y sí, la música fue un tema constante en la sala del chat....

Saludos,
Akbal..

Anónimo dijo...

Yo pude disfrutar de Silvio, un 25 de mayo del 2003 cuando actuó gratuitamente en la Plaza de Mayo. Entré en trance como la niña Sandrita...

Hace muchos años, durante las vacaciones de invierno llevé a mis hijas al Teatro San Martín.
La venta de entrada era por la mañana y se agotaban en seguida, por eso tuvimos que esperar más de 4 horas para ver la obra de teatro. Comimos y sugerí quedarnos en el hall donde se anunciaba un espectáculo gratuito sobre folklore colombiano. El tema no le interesaba a nadie, había asientos vacíos y a lo sumo 20 espectadores.
Eran artistas jóvenes invitados por la embajada argentina. Iniciaron el espectáculo afirmando que era doloroso que para los extranjeros Colombia fuese solo sinónimo de cartel. Contaron de la cultura general, de los pueblos de la selva, de la vestimenta típica , de los instrumentos, de la tradición, de la sensualidad del baile...
Pretendían demostrarnos la diferencia entre la cumbia comercial conocida y la cumbia "verdadera". Fue imposible oirlos sin bailar y se fueron agregando espectadores.
A la hora y media actuaba otro grupo, pero la gente no los dejaba ir; nos invitaron a trasladarnos a un enorme patio trasero que da a la calle donde continuaron con fandango, areítos, guarachas y salsa e historias y leyendas venezolanas. No importó el frío, espontáneamente se armó el baile al que se fueron agregando transeúntes. Fué genial.

Anónimo dijo...

Por qué me salió firmado: Akbal?????... no entiendo..

En fin... cosas del internet...

Saludos,

Daphne...

Anónimo dijo...

Jaja Daphne.

También me llamó la atención eso.

Un beso

Juan Omar Fierro dijo...
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Anónimo dijo...

Hola, Daphne:

¿Quizá porque me querías enviar saludos?

De cualquier manera, saludos!

Akbal

Anónimo dijo...

Sí Akbal... pero qué raro eso....

A pesar que me guste Silvio y Pablo, también me gusta mucho Sabina ... Atisbo..

ES que no me pongo a pensar tanto en la instrumentalización que muchos políticos u otros protagonistas o remedos de protagonistas hacen de situaciónes vergonzosas hacen...

Saludos,

Daphne....

Cassio dijo...
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Anónimo dijo...

La adolescencia es ese laboratorio de actitudes que, si se llevan hasta las últimas consecuencias y a la madurez, se convierten en poses y estereotipos.
Sin embargo la adolescencia le permitió a mi generación la insolencia -antes y ahora- de mezclar Atahualpa Yupanqui con Premiata Forniera Marconi, Premiata con La Traviata, Sabina con Santana, Santana con la Santanera, el soundtrack de Blade Runner (Vangelis) con Rubén Blades y su de culto "Siembra" con Willie Colón ("Plástico", "Siembra", "Buscando guayaba", "Pedro Navaja" -que casi sale del repertorio, cuenta Blades, porque los directivos de la productora Fania la consideraban "una salsa muy larga"), Blades con Caifanes, Caifanes con Juanes, su Ekhymosis con Nacha Pop, Nacha Pop con Nacha Guevara... de todo hubo y hay hay en la batuta del Señor.
Tener desde adolescentes no sólo las "orejas de jazz" cortazarianas, sino también comulgando a Quilapayún con Pink Floyd (uno "La Muralla", el otro "The Wall") ha sido un exquisito crimen melómano que, en mi caso, lo alimentaron también el bachillerato y la universidad públicos, en esa inconformidad llena de acné y con la expresión de la más famosa foto del cubano Korda (la del Ché blanquinegro).
Aprender en el patio escolar a tocar y a escandalizar con la quena, las zampoñas y el charango, para armar caricaturas musicales de Inti Illimani, de Los Guaraguao cantando a Alí Primera; de hallar entre nuestros cuates a un buen émulo de Víctor Jara o de Viglietti, y entre nuestras hermosas condiscípulas rescatadas de Madonna a una Mercedes Sosa o a una Soledad Bravo en Ciernes, generó más de un romance, un amor al Canto Nuevo y una convición política de juguete; pero de juguete rabioso, mezclando las letras de Dylan con las de Silvio, las de The Beatles y The Rolling Stones con las de Los Calchakis e Illapu, Los Chalchaleros o Los Cuatro Cuartos.
Bendita adolescencia llena de noches peñeras y chilangas donde en nuestros desafinados instrumentos dimos eco a Violeta ("Gracias a la vida", "Rin del angelito"), a Chico Buarque ("Construcción"), a Zitarrosa ("Ya es bastante"), a Viglietti ("A desalambrar"), a Alí Primera ("Casa de cartón", "No basta rezar"), al Dúo Habánico SilvioPablero ("Te doy una canción", "Para vivir", "El elegido", "Corazón", "Yolanda"...).
"Y la música siguió y siguió..." cantaba César Costa a un pirateado Paul Anka. Y no paró allí: la cuenta sigue y sigue, tanto de cantautores como de intérpretes: Grupo Moncada, Síntesis, Amaury Pérez, Noel Nicola (Cuba), Oscar Chávez, Jaime López, Los Folkloristas, Amparo Ochoa, José Antonio Nachón, Roberto González (México), Inca Taki (Bolivia-México), Macchu Picchu (dos suizos y un peruano), Roy Brown y sus Aires Bucaneros (Puerto Rico), eso sí, sin dejar de oír el jazz de Ray Brown, en fin... todos y todas sus rolas cabían y caben en nuestras guitarras de palo de rosa michoacanas, amateurs, no Takamine ni Ovation...
La salsa (de hecho la llamábamos afroantillana, timba) llegaría poco después, conforme nos pusimos a estudiar música...

Sir Freevolo

Cassio dijo...
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Anónimo dijo...

Gracias por tus comentarios y aportes, athos. Hablar de rock, trova o salsa siempre generará bohemia.

Confieso que algunos de los grupos y canciones que refieres en tu post me suenan interplatanarios, ya que por mi parte me dediqué de palabra y sobra al rock en español, tanto a crearlo y recrearlo en México, de la acnosa adolescencia 70era-80era hasta la ya pasadita juventud en varios grupos trovero-rupestres-rockeros (en ese tiempo conocí y traté al papá de lunísima), como en su fase más rica, 90era, a entrevistar a sus principales representantes con el pretexto de mi columna de rock: (Caifanes, Botellita de Jerez, Jaime López, Ceratti, Enanitos Verdes, Manu Chao, Los Amantes de Lola, La Lupita, La Barranca, La Castañeda, Maldita Vecindad, Rebel D´Punk, Transmetal, Ataque 77, La Renga, PUYA, Sol D´Menta, Ekhymosis (con todo y Juanes),Dermis Tatú, Pastilla, Divididos, A.N.I.M.A.L., Los Ángeles del Infierno, Bersuit Vergarabat, Fabulosos Cadillacs, El Tri, El Haragán, Distrito 14, Alux Nahual, El Gran Silencio, Bloque, Juan Perro, Mikel Erentxun, y de pasada a Los Lobos, Chicago, Maná, Control Machete, El Peyote Asesino, Molotov y ya no me acuerdo cuántos más.
Otra fase me es penosa: abusé del espacio periodístico para criticar el rock en español, con más melomanía que erudición y más anécdotas y conciertos que consultas a internet. Pero eso sí: con una discografía en miles que se jacta de tener demos de bandas angelinas que después pisaron estaturas de Grammy, como Ozomatli.
En esto del rock, parafraseando a Einstein, diría que se trata de 85% sudor y cerveza, y un 15% de mujeres y teoría musical.
En el caso de la salsa... ¡puf! Se trata seguramente del 85% de mujeres y mojito, y un 15% de sudor y cintura.
Por otro lado, athos, te comento que mi primer grupo folklórico lo formé con cuatro o cinco mexicanos y un integrante peculiar, un jovencito exiliado salvadoreño que en ese entonces (1975) vivía en la colonia Roma, en el centro de la Ciudad de México, y es hijo del para entonces depuesto rector de la Universidad de El Salvador.
Ese joven trovero huanaco que nos enseñó a trovar a los Mejía Godoy antes de su fama OTI (posteriormente entrevistaría yo a Carlos en LA) y a tocar el cuatro venezolano, es ahora un reconocido autor y libretista con toda la barba (strictu sensu): Rafael Menjívar Ochoa. Lo topé en Cd. de México al volver, en 2001, pero le perdí la pista. Sólo lo he hallado en internet, adonde todo parece hallarse (y hoyarse) ya.
En mi caso, conjuntar rock, trova y salsa ha sido altamente satisfactorio.

Saludos de Sir Freevolo.

Cassio dijo...
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Anónimo dijo...

Athos, felicitaciones por esa anécdota londinense. Con ella y otras tantas la música deja de ser objeto y quienes la generan, sujetos y protagonistas.
Quienes de alguna manera la tocamos, con los dedos o con las orejas, tendremos siempre una forma de mantenerla viva, de contextualizarla, como es el deseo esencial de todo músico al crearla.
Al respecto, te diré que en ocasiones el entrevistar a artistas de un solo éxito fue más triste que nada, ya que su existencia personal y artística evidenciaba haberse quedado en el "big hit" y en el "big moment" insuperable.
Recuerdo de ese modo, y por ahora, al artista cubano Franco, el del cover italiano "Toda la vida", que hundió la versión homónima de Emmanuel, y que sin embargo "no la volvió a pegar".
Topé en otro momento con un X rapero caribeño, cuyo pegajoso y exitoso tema "Mi agüela", salvo el cover de Molotov, pasó al museo musical junto con su peculiar intérprete, a quien hallé entonces desesperado, sin dinero, como PR de salseros incipientes. me vino a al mente Jorge Manrique y sus Coplas: "¿Do quedó aquel trovar, las músicas acordadas que tañían? ¿Qué se hizo aquel danzar, aquellas ropas chapadas que traían?".
Ambos casos me recordaban también a MC Hammer "U´can´t touch this") o a Rick James ("Superfreak"), guardadas las proporciones.
Una anécdota terrible: Hace más de una década -al norte de la Ciudad de México- localicé, tratando yo de vender una guitarra electroacústica, a un exintegrante del grupo de rock El Ritual quien, detrás de su bien surtida tienda de abarrotes atesoraba guitarras y discos, como mafioso guardando arsenal clandestino.
Conversamos horas, más por placer rockero que por negocio, de su dualidad como rockero-boxeador y yo como rockero-investigador académico.
Todo bien, hasta que la voz agria de su doña fue implacable al interrumpirnos: "¿Vas a comprar otra guitarra más? ¿Para qué diablos? ¡Ya tienes muchas!".
Legítimo reclamo doméstico, tal vez, que me marcó tajante la hora de irme de allí a la brevedad. Pero al dejarlo esa tarde con la mirada acuosa -y sin mi preciada guitarra- oré en verdad porque no pensara ahorcarse después, entre las cajas de latas y sodas... y sobre sus guitarras y posters.
Es dura la sentencia latina: "Omnes perebunt, opera manent".

Sir Freevolo

Cassio dijo...
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Anónimo dijo...

Hola, athos.
1) Excelente tu anécdota sobre el dúo "Lo Cortez no quita lo Cabral". Realicé gustoso la cobertura de su espectáculo en LA, después de las cirugías a Cortez. ¡Qué manera de querer no morir para seguir prodigándose a los demás!
2) En efecto, andaba yo en la Luna o me afectó el reciente eclipse lunar. En realidad me refiero al papá músico de Laia. Al papi de la otra Luna, al ingeniero, no tengo el gusto de conocerlo. Si ella es dientecitodeajo, blotmonat o Alma Jiménez, la conozco personalmente y como colega que fue de la Facultad de Felonsofía y Lepras en la UNAM.
Gracias por ambas, la anécdota y la aclaración.

Sir Freevolo

Cassio dijo...
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Anónimo dijo...

¿¿Sir Free es desfreemóriado o confreeucio??

Anónimo dijo...

Sir Freevolo -troverockero de oficio- también es salsero aficionado y profesional, mal bailador pero buena oreja de la clave y el bongó. Su propia Musa Concreta, cadera en oleaje, ha puesto a bailar en un memorable Playboy Jazz Festival a casi 10,000 almas en la tribuna, al son de Los Van Van y su "Sandunguera, te vas por encima del nivel... cantado por Mayito Rivera, Pedrito Rojas y el bandón de Formell...
Sir Free lo mismo ha visto a un Eddie Palmieri en concierto hacer corajes ante su piano por tecnicismos de audio, teloneando a un Willie Colón en el Auditorio Nacional, que bailando salsa rozando no sólo hermosas y rumberas nalgas femeninas, sino también cachas de pistolas de policías judiciales ebrios en el Bucabar, en downtown México, para de allí ir a oír a Pepe Arévalo y a sus Mulatos en El Bar León (detrás de catedral) rodeado de malos bailadores de salsa: catedráticos universitarios, críticos de discos wannabe, gays militantes, hermosas groupies pequeñoburguesas del izquierdismo, literatoides en ciernes llenos de acné y citas sartrianas, pintores de mediana monta, troveros engreídamente desconocidos, en fin... "bohemios".
Sir Free, mundanal, ha discutido de salsa con los mariscales Titos (Tito Nieves y Tito Rojas, "El Gallo Salsero"), con exintegrantes de Irakere (Arturo Sandoval et al.). Sir Free lo mismo ha cuestionado a Juan Formell (Los Van Van), que a Celia, Marc Anthony, a Maraca ("Sonando"), a Jairo varela en prisión (Niche), a Orestes Aragón, a Chico O´Farrill, a Danilo Pérez, a India y a Corrine, a Poncho Sánchez, a Tito Puente y su eterna queja de que "Oye cómo va" la compuso él y no Santana, los Estefan... etc.
Ahora en Toronto, en sábados como éste, Sir Free ha disfrutado con Musa y familia tanto el veraniego Latin Salsa Festival en Saint Clair Avenue, como lo hizo en las Fiestas Broadway de Los Angeles, salsa de Primer Mundo. Y por radio, oye las estupendas selecciones musicales del programa "Café Latino" (Jazz FM 9.1) mejores aún que las de la propia estación latina en 1610 AM.
Sin embargo, a Sir Free siempre le hará falta saber mucho, mucho más de salsa, y es bien seguro que los camaradas Literatos de Starmedia bien pueden dar cátedra de sabor.

Adelante entonces.

Sir Freevolo.